viernes, 26 de octubre de 2012

Alice is Dead: trilogía siniestra en el país de las maravillas

¿Quién soy? ¿Por qué está muerta Alicia? A lo largo de los tres juegos flash que componen la serie Alice is Dead, viajaremos por el país de las maravillas resolviendo puzzles para intentar dar con las respuestas a estas y otras preguntas.

Alicia se olvidó de maquillarse.
Despertamos al lado de un cadáver. Vestido azul, delantal blanco, pelo rubio. Alicia ya no sonríe tanto como solía hacerlo. Hemos caído a través de un agujero en el cielo y ahora deberemos seguir las pistas para escapar de ese extraño lugar.

Alice is Dead sigue un planteamiento de aventura point and click en la cual avanzaremos recogiendo, combinando y usando objetos a la vez que vamos descubriendo quiénes somos y qué está pasando. Una reinvención que poco o nada tiene que ver con la obra clásica, la verdad. Una historia oscura, violenta y moderna que engancha a pesar de la dificultad de algunos puzzles y merecedora de ser jugada entera.

A medida que avancemos encontraremos nuevos personajes, como el Sombrerero Loco.
Los escenarios destacan por su apariencia artesanal, clásica en el género de la aventura gráfica, y transmiten la idea de desconcierto, rareza y oscuridad necesaria en cada caso. En el aspecto sonoro merece mención aparte la música, muy peculiar y que llega a meterse en la cabeza de tanto repetir la misma canción mientras probamos cosas para avanzar. Hay incluso un tema propio del juego, pero hay que esperar a llegar a la tercera entrega para escucharlo.

Alice is Dead va madurando con cada una de las entregas incluso en el planteamiento, y en cada nuevo episodio encontraremos funciones nuevas que mantienen el interés. Además, el juego mantiene el sentido del humor a a pesar de lo extravagante del asunto (y a veces en consonancia con esto), y hay una serie de referencias externas que no se le escaparán a más de uno. Huelga decir que la serie está hecha para ser completada en orden.

Link al episodio 1.
Link al episodio 2.
Link al episodio 3.

Un poco violento sí que es.

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